Cuando Ludovico Sforza se convirtió en duque de Milán en 1494, invitó ceremoniosamente a Leonardo a tocar la flauta ante él. Leonardo llevó un instrumento de plata que había construido él mismo con la forma de una cabeza de caballo, una forma calculada para darle un tono más bajo y más sonoro. El Genio era una de los mejores improvisatori de versos de su época. Superaba a todos los músicos que se habían reunido para tocar y encantó tanto al nuevo duque con sus variados talentos que el noble disfrutaba increiblemente con su presencia, conviertiendose tiempo despues en su instructor y asistente.
lunes, 24 de noviembre de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
La anécdota es buena, pero sería bueno que la redacción fuera tuya... ¿cuál es tu fuente?
Publicar un comentario